Ventajas y desventajas de la inversión pública y privada
Cuando una empresa busca financiación, tiene diversas opciones disponibles. En este artículo te mostramos y analizamos las ventajas y desventajas de la inversión pública y privada. En qué consiste cada una de las fuentes de financiación y cuáles son sus características, para que puedas analizar cuál es la que más te interesa para tu proyecto de negocio.
Principalmente podemos encontrar dos fuentes: encontramos la inversión privada a través de bancos o entidades financieras, especializadas en proporcionar acceso a grandes cantidades de dinero, y la inversión pública que proviene de fuentes gubernamentales o entidades estatales. Como todo, cada una tiene sus ventajas y desafíos, y dependerá de las necesidades de tu startup y la estrategia que tengas planteada.
Ventajas de acudir a la inversión Privada
Los emprendedores enfrentan desafíos para encontrar inversores dispuestos a respaldar ideas disruptivas. La crisis actual ofrece oportunidades, especialmente para empresas tecnológicas valoradas y las necesidades digitales de la sociedad.
La inversión privada puede ser fructífera, pero también presenta ventajas e inconvenientes en el camino empresarial.
Entre las ventajas más destacables del capital privado dejan su huella, sobre todo en las empresas más pequeñas y las startups.
En la inversión privada, las condiciones de inversión se negocian y se llega a un entendimiento mutuo entre la startup y el inversor, lo cual beneficia a ambas partes
Con la regulación de la financiación alternativa, cualquiera puede ser inversor. El crowdfunding y el crowdequity permiten a los emprendedores llegar a multitud de inversores privados para obtener el capital necesario.
Además, la diversidad de inversores privados reduce el riesgo para cada uno, y aquellos que confían en startups pueden obtener un retorno promedio del 20% al diversificar su inversión en múltiples empresas.
Por su parte, los inversores privados pueden beneficiarse de deducciones de hasta el 50% de su inversión en el IRPF, especialmente en empresas con menos de tres años de vida.
Están protegidos legalmente por la Ley de Fomento de la Financiación Empresarial. Para la startup, la inversión privada le brinda la oportunidad de adquirir una estructura empresarial y un domicilio social y fiscal en España durante la duración de la inversión.
Desventajas de acudir a la inversión privada
Cualquiera de las ventajas que podamos considerar en la inversión privada se puede convertir en un inconveniente.
Un posible inconveniente de la inversión privada es la pérdida de cierta independencia, ya que los inversores suelen exigir el cumplimiento de objetivos en plazos determinados.
Sin embargo, esta forma de financiamiento brinda una ventaja adicional que no se encuentra en los métodos más tradicionales, lo que puede impulsar el crecimiento de las empresas en sus etapas iniciales.
La inversión privada ofrece más ventajas que inconvenientes, especialmente para las empresas en sus primeras etapas que necesitan un impulso para crecer.
Ventajas de acudir a la inversión pública
La principal ventaja viene dada por el tipo de inversor que nos la ofrece, las instituciones públicas.
Al contrario que los inversores privados, el inversor público no arriesga su dinero, por lo que no va a exigir tantos requisitos como uno privado.
Hay que tener en cuenta que el inversor privado está asumiendo unos riesgos y que va a pedir muchas más garantías para poder hacer frente a esos riesgos.
Mientras que las inversiones públicas asumen los riesgos como parte de sus objetivos de política económica.
En este tipo de financiación, se pueden encontrar otras ventajas adicionales. Por ejemplo, en el caso de subvenciones, no es necesario devolver el dinero siempre que se cumplan ciertos requisitos. Esto proporciona un alivio financiero para el emprendedor.
Además, en muchos casos, no se solicitan garantías para obtener un préstamo. Esto reduce la carga y los riesgos asociados con la obtención de financiación, brindando mayor flexibilidad al emprendedor.
Otro beneficio es la posibilidad de tener períodos de carencia de amortización del capital. Esto significa que durante un período de tiempo (hasta 3 años en algunos casos), el emprendedor no está obligado a realizar pagos de capital, lo que permite una mayor inversión en el crecimiento del negocio.
Los plazos de devolución también pueden ser más flexibles, llegando a ampliarse hasta 10 años en ciertos casos. Esto brinda al emprendedor más tiempo para pagar el préstamo, distribuyendo mejor los pagos y los adapta a la capacidad financiera de la empresa.
Además, en determinados préstamos, los tipos de interés son más bajos. Esto implica que el costo financiero para el emprendedor es menor, lo que contribuye a la rentabilidad y viabilidad del negocio.
Desventajas de acudir a la inversión pública
Es importante mencionar la desinformación que suele existir entre las startups que buscan recibir ayudas financieras. Esta falta de información suele persistir y no suele ser resuelta por las instituciones correspondientes, lo que puede generar dificultades a la hora de cumplir con los trámites requeridos en tiempo y forma.
El proceso de solicitar ayudas se convierte así en una carrera de obstáculos, ya que implica la entrega oportuna y completa de la documentación necesaria.
Además, es posible que haya detalles que escapen a nuestra comprensión y que, sin querer, acabemos incumpliendo alguno de los requisitos establecidos.
Si no queremos que esto nos suceda, la opción más lógica sería pedir ayuda a terceros o, lo que es lo mismo, contar con una consultoría que lleve este tipo de temas. Lo que significa que tendremos que pagar esos servicios.
Es recomendable elegir una empresa que cobre honorarios por éxito en lugar de honorarios fijos, pero es importante tener precaución y asegurarse de que tengan una relación directa con las instituciones públicas que ofrecen las líneas de financiación.
Por la obtención de cualquier ayuda o cualquier subvención pública, te van a exigir una justificación, evidentemente, cuando a ti te dejan un dinero, lo más normal es que te pregunten en qué vas a gastarlo.
Si no justificamos adecuadamente en qué se ha invertido el dinero del préstamo o la subvención, lo más probable es que tengamos que devolverlo prácticamente de inmediato, con todos los contratiempos que esto conlleva.
Cuando se trata de devolver préstamos, es crucial planificar meticulosamente para evitar complicaciones.
Si no se devuelve el dinero, nuestra empresa se verá seriamente perjudicada e incluso puede llegar a desaparecer.
Esto es especialmente cierto si los socios han proporcionado garantías personales para el préstamo, ya que tendrán que responder con sus propios activos.
Por lo tanto, es fundamental leer detenidamente toda la documentación antes de firmar un préstamo y asegurarse de que podremos cumplir con las obligaciones de pago.
Uno de los inconvenientes de este tipo de financiación es el largo plazo que puede tomar para obtenerla, a veces hasta 6 meses.
La inversión pública no es la solución definitiva para todos nuestros problemas, pero tampoco debe ser descartada por completo.
La elección entre la inversión pública y la inversión privada depende de tus objetivos, necesidades financieras y tolerancia al riesgo.
Evaluar los pros y contras de ambas opciones y buscar asesoramiento profesional, si es necesario, es crucial.
Con una comprensión clara de estas alternativas de financiamiento, podrás tomar decisiones informadas para impulsar el crecimiento y éxito de tu negocio emprendedor.
