Qué es innovación
¿Qué es la innovación? Puede que no lo sepas cuando la veas. Tenemos una idea general de lo que es, sin embargo, si esa idea de lo que es la ponemos a prueba en los hechos no subsistiría.
Piensa en aquella organización que consideras es la más innovadora del mundo y por qué: Apple, Genentech, cualquier marca global incondicional, una ONG, o una nueva empresa de moda. En tu respuesta está contenido tu creencia, y a su vez sesgo de confirmación, que revela lo que realmente consideras innovación:
- Nuevas tecnologías
- Servicios y soluciones
- Experiencias
- Procesos y métodos
- Resultados valiosos
- Moda y Diseño
- Bienestar social
- [Tu sesgo va aquí]
El desafío de definir la innovación
El desafío es encontrar un común denominador: atributos, funciones, resultados, u otras características diferenciadoras discernibles. ¿Tu definición de innovación funcionaria para un proveedor automotriz maduro, o para un joven diseñador de moda que hace bolsos con estilo, o para una startup relacionada con el marketing? Si lo hace, probablemente sea una descripción nominal como “novedad útil”.
Cuando se examina cualquier número de revista del estilo “las compañías más innovadoras del mundo” queda claro que son pocas de estas organizaciones las que están en varias listas: Google y Apple serán las obvias excepciones.
Incluso, cuando se observa de cerca cómo innovan estas empresas, se puede ver que se parecen poco entre sí y no se distinguen de los competidores en sus segmentos: estrategias, métricas, cultura o tipos de personas, por ejemplo. Lo mismo es válido incluso cuando se considera el tamaño de la empresa: de capitales pequeños, medianos y grandes.
Entonces, ¿por qué es importante una definición común de innovación? Porque si en esa definición no compartes una descripción común de lo que es y cómo se genera tendrás muy pocas posibilidades de alcanzarla con los otros miembros de tu organización. Y esto es particularmente verdad para las firmas emprendedoras que crecen rápidamente en algo grande y presumiblemente mejor.
Seguramente todos los que forman parte del equipo están trabajando en la innovación pero, ya que cada uno tiene su propia interpretación de lo que eso significa exactamente, no estarán trabajando en dirección hacia el mismo resultado, por lo que siguen su propio camino con la esperanza de que todo se sincronice al final, y la realidad es que esto rara vez sucede.
El fallecido Marshall McLuhan, profesor y gurú cultural de la Universidad de Toronto, sugirió una definición funcional para la innovación que es fácilmente reconocible por cualquier persona y en cualquier tipo de organización.
Una innovación
Realzar algo:
Piensa en cómo Google llegó tarde al negocio de búsqueda pero logró superar el campo con un enfoque simple.
Elimina algo:
Piense en cómo Charles Schwab eliminó la necesidad de corredores de bolsa al conectar la oficina administrativa de la casa comercial directamente con el cliente.
Nos devuelve algo del pasado:
Piensa en cómo el deseo de tener comidas caseras ha sido el motivo de la creación de restaurantes subterráneos y comida lenta.
Con el tiempo se invierte en su opuesto:
Piense en cómo el correo electrónico nos haría libres a todos pero en su lugar nos esclavizó con sus demandas abrumadoras.
Se supone que cuanto más potente es la innovación, más incorpora los cuatro atributos y viceversa.
McLuhan entendió que la innovación era específica a la situación que la origina o la destruye, por lo tanto, él se enfocó en sus efectos y no en sus causas. Advirtió que un enfoque único para todos ocasionaría más daños que beneficios y conduciría a una forma de miopía intelectual y creativa.
La innovación tiene un poder transformador por un periodo corto de tiempo cuando produce la habilidad de crear o destruir valor. Luego, se convierte en standard, la norma y lo ordinario. Como la leche, la innovación tiene una vida útil y se deteriora con el tiempo.
Entonces, si tu reconoces la innovación cuando la ves, las posibilidades de que realmente no la hayas visto e incluso de que no la conozcas, son muy altas.
La innovación se encuentra presente en todos lados - ¿pero qué significa eso?
El diccionario define “innovación” como “el acto o proceso de introducir nuevas ideas, mecanismos o métodos”. Y, al menos a primera vista, es un buen comienzo, pero no dice nada de la enorme popularidad que surgió alrededor de la innovación en las últimas décadas. La innovación es ahora el mantra moderno, la sangre vital de las marcas y los líderes empresariales.
“Muévete con rapidez y rompe cosas” nos dice Mark Zuckerberg.
“Mantente hambriento, mantente alocado” aconseja Steve Jobs.
Incluso Walt Disney tocó el tema mucho antes que los empresarios “Si puedes soñarlo, puedes hacerlo”.
Hoy en día las marcas, e incluso países enteros, son juzgados por lo innovadores que son. De hecho, tan positiva se ha vuelto la asociación de nuestra cultura con la innovación, tan enfática es la palabra y lo que representa, que es difícil creer que el término «innovador» alguna vez fue considerado como un insulto.
Etimológicamente hablando, el término “innovación” proviene del Latín ‘innovatus’ que significa “para renovar o restaurar”, y el primer uso de la palabra se remonta a 1590 en Inglaterra. Mientas la palabra era progresista, los tiempos no. “Innovación” implicaba una novedad implícita que era anatema para el estricto dogma religioso de Europa en ese momento. Ser un «innovador» podría fácilmente llevarte a la cárcel.
Como muchas otras cosas, el cambio llegó con la Revolución Industrial. Revolución en sí misma es una palabra conmovedora, que implica desarrollo y progreso, y esta edad de oro para la ciencia y la industria colocó la invención en un pedestal. Así fue cómo la innovación y la invención comenzaron a tener connotaciones positivas sobre un futuro mejor. Con el tiempo, la invención ha llegado a hablar de ese momento de pura creatividad y la innovación se ha convertido en la capacidad de llevar al mercado lo nuevo y aquello que mejora la vida.
Nuevos productos y servicios
El uso de la palabra innovación tuvo su boom desde 1950, por lo que sería común pensar que estaríamos presenciando un periodo pico para la innovación. En realidad, la creación de nuevas invenciones ha decrecido.
Lo que ocurre es que hablamos mucho más sobre ellas. Se podría decir que estamos en medio de una era dorada para hacer que las innovaciones se mantengan: una mayor aceptación social e internet son responsables de lo que una innovación puede escalar, y esto podemos verlo fácilmente con empresas como Uber y AirBnB.
Pero el verdadero apogeo de la innovación, cuando se descubrieron los más grandes inventos, fue posiblemente a fines del siglo XIX y principios del siglo XX. Y ahí fue cuando se fundó Philips.
Investigación e innovaciones tecnológicas
Es prácticamente imposible hablar sobre Philips sin mencionar la innovación, a partir del descubrimiento de métodos para producir en masa la bombilla y llevar luz a los hogares de Europa, a través de decenas de miles de patentes. La necesidad de crear lo nuevo y predecir el futuro es parte del ADN de la compañía.
Hace más de 100 años, los hermanos Philips abrieron el NatLab – un laboratorio dedicado totalmente a la investigación técnica in-house que fue mucho más allá del desarrollo de productos. En 1927, se produjo la primera radio Philips; 12 años después, salió a la venta la Philishave, la primera máquina de afeitar eléctrica del mundo. Y mientras tanto, se estaban haciendo grandes avances en las tecnologías de rayos X y atención médica.
El cassette compacto (1963) y el disco compacto (1983) cambiaron la cara de la música, mientras que el desarrollo de la primera bombilla de bajo consumo (1980) señaló el camino hacia un futuro más saludable y sostenible.
Recientemente, Philips fue el pionero en innovaciones tales como el primer escáner de rayos X 3D del mundo, bombillas LED de bajo consumo e iluminación conectada, y tecnologías de microdosis en hospitales.
En 2014, Philips fue el segundo mayor solicitante de patentes del mundo (¡2.317 patentes, para ser exactos!), mostrándonos así que la ambición por innovar está tan profundamente arraigado a nuestra psique ahora, como lo fue años atrás cuando Gerard y Anton Philips fundaron la compañía. Anton Philips decía:
«Pregúntate siempre: ¿Podría ser esto diferente? ¿Podría ser esto mejor? He encontrado que la fantasía es uno de los factores clave del éxito en la vida de una persona «.
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Publicado por
Roberto Touza
David
Founder & CEO de Startups.st | Empowering Entrepreneurs & Pushing Ecosystems
Founder ExDis.co | Exponential Disruperts
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